13 de agosto de 2011

19 AÑOS JUNTOS

Esas imágenes eran todo un hallazgo. Y no por ser inéditas. Eran propias, saborizadas, completitas. Ser hincha multimedia de Lanús, allá por 1992, era toda una aventura. Novedades a cuentagotas. No había diarios deportivos y, con suerte, si había un par de centímetros cuadrados en la gráfica. Las experiencias locales, más allá del boletín del Departamento de Prensa que se entregaba en la entrada, duraban lo mismo que Banfield en Primera. En radio, uno que otro programa partidario. Y pará de contar. Internet apenas si daba sus primeros pasos y, en televisión, había que rezar que el compacto de Fútbol de Primera durase más de 30, 40 segundos. Y si nos tocaba un 0 a 0, fuiste.

Ver a Lanús en la TV era una hazaña. En el viejo Nacional B, Canal 7, cada muerte de obispo. Con el Grana en la A, en esa corta experiencia 90/91, había que empezar a bofetear la antena para ver el Canal 5 comunitario e intentar, entre pruebas, ver un centro al área. O al menos, entre la lluvia, un plano en foco. Hasta que llegó Lanús 2000 y todo fue distinto: partido enterito, vestuarios, Hollywood en Lanús Video Cable.
La cita era obligada. Primero había que ver el partido en la cancha. Después, ya sin los nervios del resultado, la comprobación por TV. Y si todavía no tenías cable, a copar la casa de algún amigo como quien no quisiese la cosa para ver a Lanús. Una vez más.
No se trataba igualmente de ver un partido en diferido. El viejo Lanús 2000, pensado para levantar más y más tribunas de cemento, llegó a contar con un rito que supo mortificarme demasiado tiempo. En la previa, un entretenimiento ganaba la escena: se pasaba un gol de la època de ñaupa y habìa que llamar por telèfono, adivinar el autor y el rival, con el premio màximo de una camiseta. Recuerdo las corridas en vano a la casa de mi abuela para ganarle de mano al mundo, discar un número sin el 4 adelante y rezarle a San Odas Video Club ser el elegido. Hasta que un día el momento llegó aunque el golpe fue al mentón. La pilcha granate de regalo, en tiempos donde para conseguir una Topper original habìa que ser hijo de dirigentes, era truchísima, de esas que vendían en Fito Sport. Encima, me dieron una con el talle de Kent, el novio de Barbie. Les pedí un cambio: una que me entrase. Fracasé en cada intento, semana tras semana, en el antiguo localcito de 9 de Julio casi esquina O’Higgins. Hasta que un día, después del antológico 3-2 a River en cancha de Independiente, don Odas metiò la mano debajo del mostrador y sacó un bollo de tela. Era la 9, la 9 posta, la 9 Dapsa del Pampa Gambier… Y fue la primera vez que caminé en el aire. Fue mi camiseta cábala en buena parte de mi vida. De hecho, con esa 9 debajo de la ropa, aprobé cada uno de mis exámenes en la UBA hasta tener el título en la mano. Eso también era Lanús 2000.
Diecinueve años han pasado desde aquel primer programa, desde aquel gol de Gambier, de penal, en el 1-1 contra Racing en Avellaneda con casi 20.000 granates en las tribunas. Muchas cosas se han modificado. La cancha ya es un estadio. El Pampa ya se retiró. Fuimos campeones dos veces y esa 9, con otro sponsor, ya cambió mil veces de dueño aunque sigue descansando en mi placard. Así y todo, Lanús 2000 sigue siendo el verdadero clásico del hincha de Lanús. Por cierto, el único que tenemos… Hasta el próximo miércoles. O hasta cada día. Porque Lanús 2000 también está las 24 horas de tu vida en la web… Y ese también es un grato hallazgo…

                                                                                          Martín Macchiavello.
                                                                                         


Nota:  Martín Macchiavello, periodista del diario Olé, UN GRAN AMIGO.


1 comentario:

Carlos Maino dijo...

Estimado fernando, mis mas sinceras felicitaciones por este lanzamiento. Hace muchos años cambie multicanal por cable vision para poder ver tu programa. Hoy que vivo en Floresta, no lo puedo ver, asi que ojala lo pueda mirar a traves de la pagina.

Saludos
Carlos Maino